viernes, 8 de abril de 2011

Perdón con (o sin) arrepentimiento



El padre de unos amigos míos fue asesinado por ETA en una ciudad del norte de España. Me contaban que la madre pudo tener en sus brazos el cuerpo moribundo de su marido porque le mataron en el portal de su casa. Y que en ese dramático momento, esa mujer, profundamente cristiana, perdonó a los asesinos. No es que fuera una persona fría: veinticinco años después de aquella muerte seguía evitando pasar por la ciudad donde le mataron porque sólo pasear por sus calles le hacía sufrir. Pero a pesar de todo, perdonó. Quizá los asesinos no estén aún arrepentidos, pero ella siguió perdonándoles siempre, hasta su muerte. Y si alguna vez esos asesinos llegan a saber esto, el ejemplo de esa mujer puede llevarles a pensar y a cambiar. Ella se liberó del odio y del rencor y así dejó una puerta abierta que puede que nadie cruce, o quizá sí.

El director de cine Roland Joffé, en diversas entrevistas que le han hecho por su última película “Encontrarás Dragones”, repite unas anécdotas de perdón que le conmovieron y le llevaron a centrar la película en ese tema. Relata el cineasta: “En las mismas fechas en las que empecé a trabajar en There Be Dragons vi dos entrevistas en la CNN que me llamaron la atención. Una era a una mujer hutu de Ruanda que estaba tomando el té con un hombre al que ella misma presentó como miembro de una tribu tutsi que había asesinado a su familia. El entrevistador, muy sorprendido, le preguntaba: “¿Y por qué toma el té con él?, ¿le ha perdonado?”. “Sí –respondía ella–, le he perdonado”. Y explicaba a continuación que aquel hombre iba todas las semanas a tomar el té con ella. “Lo hace para vivir en mi perdón”, añadía. Y de que ese era el modo que aquel hombre tenía de tratar con su dolor. Del sufrimiento humano de ambos salía algo creativo. (...) El otro ejemplo, también procedente de la CNN, es el de un palestino. Su hija había sido asesinada junto a un muro que fue derribado por un buldózer israelí. Ante ese hecho, su reacción fue la de promover una fundación para mejorar las relaciones entre israelíes y palestinos. Es una actitud de mucha fuerza y de mucha belleza, que se salía de la espiral de venganza tantas veces presente en su propia cultura. El planteamiento de aquel padre era: “Mi hija está muerta. A ella no le “debo” nada. En cambio, “debo” una experiencia a los vivos, para evitar que lo que ha ocurrido se convierta en un patrón repetitivo”. Es una postura sagaz, aguda, intensamente humana. Y mucho más valiente de la que yo hubiese tomado en su lugar” Hasta aquí las palabras de Joffé.

Un cuarto relato sobre el perdón lo leí en la prensa hace cinco años y me impresionó lo suficiente para recordarlo en la vorágine de noticias trágicas que recibimos cada día. Fue la reacción de los ciudadanos de religión amish en Pensilvania, Estados Unidos, cuando un hombre, secuestró a un grupo de niños en una escuela con intención de abusar de ellos; intimidado por la llegada de la policía, hizo fuego contra el grupo, mató a cinco niños, hirió a varios más y se suicidó. ¿Y cuál fue la reacción de la comunidad? Sorprendentemente, perdonar. "No necesitamos pensar en juicios; necesitamos pensar en el perdón y seguir adelante", dijeron. Muchos lugareños le comunicaron su perdón directamente a la esposa e hijos de Roberts. La reacción de la opinión pública, dividida por esa actitud, se reflejó en una película, Amish grace, estrenada en 2010.

Reconozco que cuando he leído estos relatos tan dispares, me he quedado un poco perplejo y he llegado a la conclusión de que perdonar así tiene algo divino, inexplicable y misterioso. Son ejemplos de personas de diferentes creencias que hacen crecer la esperanza. Son situaciones límite que ayudan a desdramatizar las heridas, más bien vulgares, que podamos tener. Perdonar no es negar el mal ni dejar de pedir la actuación contundente de los Tribunales de Justicia. Siempre habrá personas a las que perdonemos que nunca se arrepientan pero con esa actitud abrimos a esas personas la posibilidad de cambiar en un futuro.

sábado, 26 de febrero de 2011

Hacer amable la verdad

















Cuando alguien te manifiesta odio no es fácil contenerse para no responder de un modo combativo. Si piensas que una persona está muy equivocada, no es sencillo pararse a pensar para descubrir si en su razonamiento hay o puede haber algo de verdad o al menos algún deseo de buscar la verdad. Estos retos difíciles son, sin embargo muy eficaces para comunicar. Jack Valero es un español afincado en Londres que ha comenzado con varias personas más Catholic Voices, una audaz iniciativa para transmitir la fe católica en los medios de comunicación con algunas notas claras: ser fieles al magisterio de la Iglesia Católica, no representar a la jerarquía ni a ninguna institución católica concreta y hacerlo en positivo, buscando lo que une. Me parece que esto no es una simple táctica. Es simplemente un modo cristiano de hacer las cosas y por lo que se ha visto, más eficaz que una actitud beligerante.

Recientemente Jack Valero ha estado en España, ha sido entrevistado por La Vanguardia y en Alba. Abajo transcribo esta última entrevista.

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“El Papa conecta tan bien porque habla en positivo”
ENTREVISTA DE LUIS LOSADA PESCADOR A JACK VALERO, PORTAVOZ DE CATHOLIC VOICE/ SEMANARIO ALBA / DEL 18 AL 24 DE FEBRERO DE 2011

Se llama Jack y es español, aunque lleva desde los 17 años en Gran Bretaña. Ingeniero de formación, es portavoz de una red de comunicadores católicos. ¿Qué hace un tipo como tú en un mundo como este? Él afirma que su vocación es defender la fe católica en los medios. Su iniciativa se llama Catholic Voices. Nació hace dos años como consecuencia de un fracaso. En un debate de televisión sobre la visita del papa a Gran Bretaña invitaron a un obispo africano que sabia poco de la realidad británica y a una diputada conversa que "se comportó como una directora de colegio". Enfrente había un escritor y un actor que "hablaban muy bien, con mucho estilo", Tras esa experiencia, Jack decidió montar una red de comunicadores católicos que lograron dar la vuelta a la visita del papa a Gran Bretaña.

¿Cómo lo lograron? Para mí, la clave fue el gesto de la reina.
La reina fue muy importante, pero no fue lo único.

También el hecho de que el papa pidiera perdón por la pederastia.
Su actitud fue muy importante, el discurso de Westminster, la reunión con las víctimas...

¿Cómo responden sus portavoces al espinoso asunto de la-pederastia? .
Lo primero es cambiar el marco, el reframing tratar de entender la crítica y conectar con la intención positiva.

¿Es que hay una intención positiva en los ataques a la Iglesia por este asunto?
Por supuesto. ¿Cuál es la crítica? ¿Qué haya sacerdotes con mala conducta? No. Se critica que se haya escondido, que para la Iglesia sea más importante su reputación que la seguridad de los niños.

¿Y cómo responden?
Que estamos de acuerdo con eso. La reputación de la Iglesia no está por encima de la seguridad de los niños. A partir de ahí explicamos todo lo que la Iglesia ha hecho para garantizar esa seguridad.

¿A saber?
Repudiar los actos de pederastia, ponerlos a disposición de la justicia y ser transparentes. Esta puede ser una fórmula también para el mundo. De los 29.000 casos de pederastia del año pasado en Gran Bretaña, cuatro corresponden a sacerdotes.

¿Y en cuanto al asunto sobre el preservativo?
¿Cuál es la crítica? Que a la Iglesia le interesan más sus posturas que la vida de las personas. Yo también lo rechazo.

¿Entonces?
Es que para garantizar la vida, los expertos recomiendan retrasar las relaciones sexuales y ser fiel. El condón ha reducido el sida en Amsterdam o en California, lugares con grupos de riesgo homosexuales, pero no en África.

¿Y las palabras del papa acerca del preservativo en su último libro? ¿No suponen una rectificación?
No. Lo que dice el papa es que, para personas con comportamiento inmoral, el condón puede ser un primer paso de moralización y de respeto al otro.

Vayamos al aborto
En Gran Bretaña hay una nueva sensibilidad que ve el aborto como algo negativo. Nadie quiere el aborto en sí, aunque algunos consideran que no debe ser penado.

En resumen, su método trata de buscar el mínimo común denominador
Primero tratamos de entender la crítica, luego de buscar la intención positiva.

A eso se le llama llave de judo retórico.
No lo había pensado... Pero en el fondo nuestras sociedades son cristianas y las críticas se basan en valores positivos que podemos compartir.

¿Y cuáles son sus principios?
El primero, menos calor y más luz. No entrar en el calor del debate, sino rebajar la temperatura y tratar de iluminar.

¿Y eso les gusta a los medios que buscan carnaza, boxeo, show?
Sí, porque es una cosa nueva. Nadie hasta ahora había explicado con pedagogía las cosas de fe.

¿Así se lo han dicho?
Nos buscan porque les damos lo que quieren: alguien preparado que está a la hora y que en tres minutos es capaz de defender lo que cree.

Pero sin bronca.
Sin bronca porque otro de nuestros principios es que es mejor el testimonio que ganar. Si ganas, tienes a toda la audiencia en tu contra. Y queremos ganarnos a la audiencia.

¿Ha sido fácil la preparación?
No. Cuando vas a un debate y lo primero que escuchas es que deberían detener al Papa nada más bajar del avión, te dan ganas de combatir.

¿Cree que es inmoral el combate o sencillamente ineficaz?
No. Inmoral, no. Nos parece más eficaz no luchar sino dialogar, tratar de ganarte al auditorio con tu testimonio personal. Que recuerden más cómo lo has dicho que lo que has dicho.

¿Van a exportar el modelo?
Nos han llamado de muchas partes, de Alemania, Irlanda, España. En Valencia hay un grupo que comienza en marzo. Es un modelo que funciona Durante la visita del Papa nos llamaron para cerca de cien debates y nos siguen llamando.

Y para la Jornada Mundial de la Juventud también es muy importante contar con una estrategia similar.
Para Madrid va a ser una experiencia importantísima, una explosión de la juventud.

¿Por qué el Papa, que aparentemente no es tan buen comunicador, conecta tan bien?
Porque siempre habla en tono positivo. Nos hemos pasado demasiado tiempo con las cosas que la Iglesia rechaza sin hablar de las razones positivas.

Como experto en comunicación, ¿cómo resumiría la fe?
Cristo ha muerto para enseñarnos que nuestra vocación es el amor. Dios nos quiere muy felices en la tierra para vernos muy felices después en el cielo.

martes, 18 de enero de 2011

Esforzarse en el amor

Juno: Esforzarse en el amor from Santiago Chiva on Vimeo.



Con frecuencia se confunde amor con sentimiento y ganas. Y no lo ven muy compatible con el esfuerzo. Por eso, esforzarse en amar suena mal. Una madre o un padre que cuidan a su hijo pequeño a media noche no tienen ganas de atenderle pero sí amor. Y una persona casada podría sentir algo por alguien que no es su marido o mujer y si no se esfuerza en cuidar su matrimonio puede tirarlo por la borda por dejarse llevar por el sentimiento o las ganas.

Cuando ví esta escena de la película Juno me hizo gracia el contraste entre un adulto inmaduro y una adolescente que le pide que recapacite. Bueno, las cosas no son totalmente blancas o negras; el adulto tiene puntos de madurez y la niña se ha quedado embarazada por una actitud inmadura. Pero me llama la atención la reacción espontánea ante un eventual divorcio. Cuanto más jóvenes somos, más nos repugna la actitud calculadora del adulto que decide rehacer su vida, aún a costa de las marcas que deja en otros, en especial en los indefensos niños.