martes, 4 de marzo de 2008
Largas listas negras de objetores
Bernat Soria, ministro de Sanidad, anuncia que los médicos, enfermeros, etc. que se niegan a practicar abortos se deberán inscribir en un registro. No es de recibo que para ejercer un derecho constitucional -la objeción de conciencia-, tengas que apuntarte en una lista, como si tuvieras una enfermedad de declaración obligatoria. La excusa aportada –que pueda haber médicos que objetan por la mañana en la sanidad pública y abortan por la tarde, en una clínica privada- se solucionaría con denuncias en casos particulares, si es que se dan. Pero poner la venda antes de la herida al precio de reducir la libertad, lleva a la creación de listas negras y puede acabar en el macartysmo. Cómo si el deber fuera abortar y la objeción la excepción. La realidad es que la inmensa mayoría de los médicos objetan al aborto. Es lógico, basta con ponerse en su piel: a poca gente le es indiferente acabar con una vida humana con sus propias manos.
Diario Siglo XXI
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