Tú haces que quiera ser mejor

El Papa Benedicto XVI ha reunido a 400.000 personas en la Misa más numerosa de la historia de Australia durante la Jornada Mundial de la Juventud. Han asistido personas de más de 170 naciones, en unos eventos seguidos por unos 500 millones de personas en todo el mundo. En sus mensajes no ha caído en un triunfalismo fácil sino que ha reconocido que vivimos en un "desierto espiritual" donde algunos pretenden "asociar la idea de religión con el terrorismo y el fundamentalismo"... Desde que Juan Pablo II comenzara a organizar este tipo de encuentros con jóvenes, muchos se preguntan por qué miles de personas, que no en todos los casos son personas ejemplares o que en ocasiones ignoran la doctrina católica, acuden para escuchar al Papa.
Para intentar responder pondré dos ejemplos del mundo del cine.

Mejor, imposible: Tú haces que yo quiera ser mejor persona
En Mejor, imposible, Melvin (interpretado por Jack Nicholson) es un escritor de novelas románticas que sufre un desorden obsesivo que le hace intratable ante los demás; la única persona capaz de soportar su sarcasmo es Carol (Helen Hunt), camarera del restaurante al que acude a comer a diario. Un día Carol le pide un cumplido. Y se produce este diálogo:
-Verás –comienza Melvin-. Tengo una dolencia. Mi médico, un psiquiatra al que solía ir continuamente, dice que, en el cincuenta o sesenta por ciento de los casos una pastilla ayuda mucho. Yo las odio. Son muy peligrosas. Odio. Aquí utilizo la palabra odio para referirme a las pastillas... Y mi cumplido hacia ti es que aquella noche cuando viniste a mi casa y me dijiste... Bueno, ya sabes lo que dijiste... Bien, mi cumplido para ti es que por la mañana empecé a tomar las pastillas.
- No logro captar por qué es un cumplido para mí –dice Carol comprensiblemente desconcertada.
Melvin añade: Tú haces que yo quiera ser mejor persona.
Sorprendida, sólo puede decir: Puede que ése sea el mejor cumplido de toda mi vida.
Los jóvenes son conscientes de sus limitaciones y contradicciones, pero cuando acuden a escuchar en pleno verano a un anciano de 81 años que quizá no tenga un especial carisma, pero que convence por su perspicacia, rigor y claridad. Y la gente joven quiere respuestas. Por eso se alegran de que alguien les proponga mejorar, alguien que les hace querer ser mejores personas.
Aquí puedes ver la escena de Mejor Imposible:


Un hombre para la eternidad: Todo lo decente que había en mí ponía en pie
La otra referencia cinematográfica es de David Puttnam, productor británico de películas de éxito como Carros de Fuego, Los Gritos del Silencio, o La Misión. Puttman recuerda la influencia que ejerció en él la historia de Tomás Moro en la película Un hombre para la eternidad dirigida por Fred Zinnemann: "Recuerdo haberla visto cientos de veces, no por sus cualidades fílmicas, que las tiene, sino por el efecto que producía en mí, el hecho de salir, de permitirme esa enorme presunción de salir del cine pensando: 'Sí, yo también hubiera dejado que me cortaran la cabeza para salvaguardar un principio.' Sabía de sobra que no era así, y probablemente nunca encontraría a nadie que lo hiciera, pero el cine me permitió ese sentimiento; me permitió que, por un momento, sintiera que todo lo decente que había en mí se había puesto en pie. Eso es lo que el cine puede conseguir." La cita aparece en este libro (página 30) Muchos jóvenes de todo el mundo acuden al Papa que propone metas altas como se puede ver en las preguntas que les hacía en la Jornada: “¿Qué dejaréis a la próxima generación?”, ¿Estáis construyendo vuestras vidas sobre bases sólidas? ¿Estáis construyendo algo que durará? ¿Estáis viviendo vuestras vidas de modo que dejéis espacio al Espíritu en un mundo que quiere olvidar a Dios, rechazarlo incluso en nombre de un falso concepto de libertad? ¿Cómo estáis usando los dones que se os han dado?” Si quieres ver una valoración de la Jornada, aquí tienes un interesante análisis del periodista australiano Michael Cook

IN ENGLISH. YOU MAKE ME WANT TO BE A BETTER MAN. Pope Benedict XVI has called for 400,000 people in the Mass largest in the history of Australia during the World Youth Day. There were people from over 170 nations, in an event followed by some 500 million people worldwide. In his message has not fallen in an easy triumphalism but has acknowledged that we live in a "spiritual desert" where some seek to "associate the idea of religion with terrorism and fundamentalism"... When Pope John Paul II began to organize this kind of encounters with young people, many saying: why thousands of young people who sometimes ignore Catholic doctrine, come to listen to the Pope? I will try to answer two examples of world of cinema.
As Good As It Gets: You make me want to be a better man. In As Good As It Gets, Melvin Udall is a paperback romance novelist, with 62 books to his name. While successful, he also has a reputation for his brash and abrasive personality, often borne out of symptoms commonly associated with obsessive-compulsive disorder. He insists on being attended at the same table to the chagrin of Carol (Helen Hunt). When Carol asked him some day a compliment for her, he said:
Melvin: I've got a really great compliment for you, and it's true.
Carol: I'm so afraid you're about to say something awful.
Melvin: Don't be pessimistic, it's not your style. Okay, here I go: Clearly, a mistake. I've got this, what - ailment? My doctor, a shrink that I used to go to all the time, he says that in fifty or sixty percent of the cases, a pill really helps. I *hate* pills, very dangerous thing, pills. Hate. I'm using the word "hate" here, about pills. Hate. My compliment is, that night when you came over and told me that you would never... well, you were there, you know what you said. Well, my compliment to you is, the next morning, I started taking the pills.
Carol: I don't quite get how that's a compliment for me.
Melvin: You make me want to be a better man.
Carol: ...That's maybe the best compliment of my life.
Young people know their limitations and contradictions, but when they come to listen during their holidays to an old man of 81 years that probably has not a special charisma, but they are persuaded by his insight, rigor and clarity. And young people want answers. So they are delighted that someone intends to improve them, someone who makes them want to be better people.
Yo can watch it here:


A man for all seasons: I could feel that everything decent in me had come together. The other belongs to the British producer David Puttnam, who made movies with big success like The Killing Fields, The Mission, Chariots of Fire. Puttman remembered the influence over him of the life of Thomas More in the movie A man for all seasons of Fred Zinnemann: "I remember seeing A Man for All Seasons many, many times, not because of the filmmaking qualities, which were definite, but for what it did to form me. It allowed me the enormous conceit of walking out of the cinema thinking, "Yeah, I think I might have had my head cut off for the sake of a principle." I know absolutely I wouldn't, and I probably never met anyone that would, but the cinema allowed me that conceit. The cinema allowed me for one moment to feel that everything decent in me had come together. And cinema can do that. I think if we can, time and time again, plumb that depth, we'll be doing ourselves and this nation and all of humanity a great service." The complete interviwew, here.
Young People of the World go to listen the good challenges like you can see in the questions of the World Youth Day: “Dear young people, let me now ask you a question. What will you leave to the next generation? Are you building your lives on firm foundations, building something that will endure? Are you living your lives in a way that opens up space for the Spirit in the midst of a world that wants to forget God, or even rejects him in the name of a falsely-conceived freedom? How are you using the gifts you have been given, the "power" which the Holy Spirit is even now prepared to release within you? What legacy will you leave to young people yet to come?” A good analysis about the World Youht Day, written by the australian journalist Michael Cook, here.