martes, 10 de febrero de 2009

Con Eluana, los débiles tienen menos derecho a la vida


ABSTRACT. As in the case of Terry Schiavo, in Italy the people who advocates euthanasia has found a victim: Eluana Englaro. You can read more here
El caso de Eluana, la chica italiana en coma desde hace 18 años, muestra que aunque la sociedad actual promete soluciones para todo, las cosas no suelen tener el final plenamente satisfactorio que deseamos. Al final ha muerto al poco de quitarsele de modo paulatino la hidratación y alimentación (un modo refinado de decir que se ha matado de sed y hambre.
Matar a una persona no es solución para nadie. Juzgando los hechos, no las personas, si un padre puede matar a su hija, que no entiende ni quiere, significa que sólo tienen derecho a la vida los que tienen inteligencia y voluntad. Queda abierta la veda para matar a miles de seres humanos. Y quizá más adelante los privilegiados serán los que tienen un mínimo de inteligencia y voluntad o los que cumplen unos estándares de calidad aceptados por un concienzudo Comité de Bioética.
Si los padres asumen que no tienen ese derecho, el caso Eluana hubiera sido un aviso para todos de que el derecho a la vida es incondicionado, sin control alguno de calidad. Y los que tenemos defectos, que somos bastantes, nos quedamos más tranquilos.
En el caso Eluana, los medios de comunicación que están a favor de la eutanasia inciden en el sufrimiento de los padres, que quieren acabar con el sufrimiento de su hija. Me he acordado lo que decía un experto en cuidados paliativos sobre casos como éste: las personas con cuidados paliativos adecuados no sufren; entonces parece que a los que hay que aplicar la eutanasia es a los padres, pues sólo tenemos certeza de que son ellos los que sufren. Aparece en este video, en una conferencia en la Universidad de Granada:

4 comentarios:

eligelavida dijo...

Eluana ha muerto. No estaba mantenida con vida artificialmente ni conectada a ningún aparato. Simplemente, no moría. Ha sido ejecutada, condenada a morir de hambre y sed. Esto es un homicidio, por mucho que se oculte bajo una falsa piedad.

Santiago Chiva, Granada dijo...

así es, no es lo mismo morir que matar

Aparicio dijo...

Pues mira... es una cuestión compleja la de señalar cuál es la frontera entre el encarnizamiento terapéutico y la eutanasia pasiva. No me termina de quedar claro en este caso de qué estamos hablando. Aunque, por supuesto, me sumo a la idea general que debe iluminar la cuestión: la vida es digna en todo caso.

Aparicio dijo...

Pero me estoy informando, jeje. Ya te contaré después de leer un interesante documento de la Congregacion para la Doctrina de la Fe.