martes, 27 de octubre de 2009

Contra linchamientos ¿pena de muerte?


La pena de muerte aportaría garantías y seguridad jurídica a las familias de las víctimas de delitos atroces como violaciones y asesinatos.
Con una pena de muerte legal, se evitaría la ocasión de venganzas clandestinas o linchamientos ilegales, que conllevan peligros evidentes, no sólo para los responsables, sino también para la paz social.
Los encargados de las ejecuciones serían autenticos profesionales que harían su trabajo dentro del marco de la ley.
Se daría mayor protección a los criminales que sufrirían así su castigo con las garantías de un proceso legal, no como en los linchamientos
Todo situado en un marco de políticas de prevención, objetivo fundamental de la ley que reinstauraría la pena capital, evitarían violaciones y asesinatos que hacen irremediable la aplicación de la pena de muerte, algo que, en lo posible, se debe evitar, porque a nadie le gusta ejecutar.

Y sin embargo, se estaría cometiendo una injusticia porque se basa en la mentira de que la autoridad puede decidir que un ser humano deba sufrir esa pena definitiva que no tiene vuelta atrás. Por brutales que hayan sido sus actos.

Pues bien, este discurso que no convence a nadie, recuerda, por análogo
(en parte igual, en parte diverso) a los argumentos de los defensores de la nueva ley del aborto, en la que además se quita la vida a un inocente. Por ejemplo, la primera respuesta que da, en una entrevista digital, Carmen Montón, portavoz de Igualdad del PSOE y miembro de la subcomisión parlamentaria que estudió la reforma.

Toda la nueva ley del aborto se basa en una mentira: el feto no es un ser humano, por tanto no tiene derechos. Rupert Mayer fue un jesuita alemán, beatificado por Juan Pablo II, que sufriría las garras del nazismo. Cuando conoció a Hitler en los años 20 dijo de él: Hitler no retrocede siquiera ante la mentira (...) Quien no respeta la verdad no puede hacer el bien. Donde no se respeta la verdad, no pueden crecer la libertad, la justicia y el amor. Cita completa aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿cuál es la conclusión?