domingo, 29 de junio de 2008

La final, el supuesto gafe y el patriotismo de temporada


Es poco frecuente ver en España, al menos durante las últimas décadas, manifestaciones exteriores de patriotismo. Sin embargo, en los encuentros deportivos internacionales, el patriotismo se vuelca al exterior, sin complejos. Los nacionalismos – el catalán, el gallego y el vasco- lo aceptan como una gripe, algo con gran aparato exterior que sin embargo, es pasajero. Se atribuye a Albert Camus la frase “La patria es el equipo de fútbol”. Los hechos parecen confirmar que, al menos en sus aspectos exteriores, los fervores patrióticos sólo asoman con el deporte.
Con motivo de la Final de la Eurocopa, ha sido muy comentado que nunca hemos ganado cuando ha asistido el presidente Zapatero. Y hoy asistirá. Incluso se ha creado un blog para animarle a no estar en Viena. Yo, que en muchos grandes temas no estoy con Zapatero, ahí le defiendo. Es absurdo atribuir a nadie el papel de gafe, por mil pruebas de hecho que se aporten. Ni siquiera si España pierde la final contra Alemania esta tarde. Hablar de gafe, mal fario, mala sombra, aunque sé que se hace de broma, roza lo supersticioso y sobre todo supone colocar un sambenito sin motivo. Si se quiere criticar a Zapatero, hay motivos, pero desde luego, hay que quitarle la losa de gafe. Así que hay un motivo más para ganar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por tu comentario en el país te mereces por lo menos enamorarte de un tío y/o quedarte el solo por los restos

imbécil que eres oye, y tienes blog, qué miedo

Santiago Chiva, Granada dijo...

En El País dije: Estas frases de Zapatero se pueden aplicar al matrimonio entre hermanos, el matrimonio padre-hijo, el matrimonio padre-abuela-nieto, etc:: "Es verdad que son tan sólo una minoría, pero su triunfo es el de todos""Esta ley no engendrará ningún mal. Su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos" O sea, pensamiento débil a espuertas.
Si no estás de acuerdo, dame razones. Pero desear no se sabe que amarguras, insultar y tener miedo sin explicar por qué te descalifica, estimado anónimo...