jueves, 14 de febrero de 2008

Los fetos no hablan, pero si lo hicieran...


Los fetos no hablan (tampoco hablan los niños de dos meses, aunque a éstos no se les puede matar legalmente). Pero si hablaran, harían preguntas cómo ésta que aparece en el vídeo. La campaña la hace una televisión que depende de una diócesis católica. Cuando ocurre esto, para algunos es ya un argumento no válido. Pero claro, eso tampoco es razonable: los cristianos también defienden (o deben defender) el medioambiente y a nadie en su sano juicio se le ocurre criticar esa defensa porque viene de un medio no laico. El libro de Adam Hochschild "Enterrad las cadenas" cuenta la primera campaña de movilización ciudadana organizada de la que tenemos constancia escrita, hace 200 años, como precedente y modelo de los actuales movimientos sociales. Eran pocos pero muy organizados los norteamericanos que el 22 de mayo de 1787 se reunía en la librería de James Phillips la primera comisión abolicionista formada por 9 cuáqueros y 3 anglicanos. Aunque el autor del libro se afana por separar su comportamiento de sus convicciones, incluso ridiculizando éstas, como si no estuvieran intrínsecamente unidas, es interesante ver cómo, en un momento en que se cuestiona el papel de la religión en las sociedades democráticas, la fe actuó como principal impulso inspirador para la mayoría de los hombres que llevaron a cabo esta gesta. Para los católicos, judíos, protestantes, musulmanes y otras personas creyentes en Dios que defienden el derecho a la vida en 2008, será un orgullo el haber colaborado a cambiar una ley injusta, en cooperación con personas que no creen y también dicen sí a la vida. Aunque no soy de un seguidor de algunas tesis de Obama, hago mío su lema Yes, we can.... ¡Podemos!

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