sábado, 29 de abril de 2017

CONTRIBUIR A LA FORJA DE LAS PERSONALIDADES JÓVENES

"Desde hace años, me encuentro con alumnos y alumnas de filosofía que descubren tardíamente la importancia del maestro. No del maestro en sentido enfático, sino del puro y simple profesor que explica cuidadosamente su materia, de un modo muy parecido a como lo hacía el viejo maestro de escuela. Eso es -si se me permite confesarlo- lo que yo quisiera ser: un maestro de escuela, que enseña los rudimentos del saber y procura contribuir a la forja de las personalidades jóvenes. Cuando se intenta y en. alguna medida se consigue, los estudiantes reconocen que han tenido una nueva experiencia. Alguien se ha preocupado por ellos como personas que pueden llegar a saber más, que son capaces de ampliar su visión del mundo, que están en condiciones de establecer una relación de limpia amistad con otra persona mayor que ellos, la cual les aprecia y quiere ayudarles. Nadie olvida a un maestro. Recuerdo a un clásico contemporáneo que sintetizaba así lo que consideraba una vida plena: es una idea tenida en la juventud y realizada en la edad madura. Y mi experiencia es que las chicas y los chicos de ahora también están buscando un ideal por el que merezca la pena vivir" Alejandro Llano, Segunda Navegación - Memorias 2, Ediciones Encuentro 2010, Capítulo La funesta manía de educar, pp. 320-321

No hay comentarios: