sábado, 29 de abril de 2017

LAS HUMILLACIONES SON NECESARIAS, NOS PONEN EN NUESTRO SITIO (Benedicto XVI)

Lo explica en el último libro entrevista* habla de su carrera profesional como teólogo, que estuvo a punto de irse a pique. PREGUNTA: Sobre la profunda experiencia que significó para Ud. el trauma de la habilitación escribió, sin embargo, que esta prueba “fue humanamente saludable para mí y obedeció, por así decir, a una lógica superior” . ¿A qué se refería con la expresión «lógica superior»? RESPUESTA: Bueno, había hecho el doctorado con mucha rapidez. Si también me hubiera habilitado enseguida y sin problemas, la conciencia de mi capacidad habría sido demasiado fuerte y la confianza en mí mismo excesiva. Y así, por una vez me tuve que tragar por entero mi orgullo. Eso le hace bien a uno: tener que reconocer de cuando en cuando su insignificancia, tener que verse no como un gran héroe, sino como un humilde habilitando, que se encuentra al borde del abismo y debe familiarizarse con lo que luego hace. En este sentido, la lógica era que yo necesitaba justamente una humillación y que de algún modo con razón -con razón en este sentido- la sufrí. (...) Se me tenía por un discípulo prometedor. (Se ríe). (...) Todo esto iba muy rápido y sin trabas, de modo que yo me contaba entre las personas de las que se esperaba que llegarían a algo. (...) Uno necesita también humillaciones. Pienso que conseguir meta tras meta con tanta facilidad y además con alabanzas es peligroso para un joven. Entonces es bueno que se vea confrontado con sus límites. Que sea tratado críticamente. Que tenga que pasar por una fase negativa. Que se reconozca a sí mismo en sus propios límites. Que conozca que en la vida no se va sin más de triunfo en triunfo, sino que también hay derrotas. Eso lo necesita toda persona, para aprender a valorarse debidamente a sí mismo, a soportar los reveses, también -y no en último término- a pensar con otros. Justo para no juzgar entonces con premura y desde arriba, sino aceptar positivamente a los otros en sus fatigas y debilidades. (*) Últimas conversaciones. Libro de entrevista a Benedicto XVI de Peter Seewald

No hay comentarios: